viernes, 4 de mayo de 2012

Morir en Madrid (1963) - Frédéric Rossif


El montenegrino Frédéric Rossif, uno de los que mejor domina el género de los documentales, dirige este apreciable y rescatable ejercicio sobre las difíciles vivencias en tierras ibéricas durante la turbulenta Guerra Civil española, los años de 1936 a 1939. Narra, con una riqueza en detalles exquisita, todos los violentos sucesos que rodearon a aquellos violentos días, rebeliones, enfrentamientos, redadas, asesinatos, los días de los bombardeos, la resistencia de Madrid, la caída de Cataluña, siendo imposible que se dejara de dedicar minutos a la inmortal incursión, el bombardeo a Guernica, hecho motivador de innumerables alusiones y homenajes artísticos en todas sus manifestaciones. Es un excelente compendio histórico, pero además tiene una fuerza en sus imágenes que evidencian la maestría del francés realizador. Tiene para su desarrollo la intervención de John Gielgud en la voz de narrador en off y a Irene Worth como la co-narradora, ambos son quienes profundizan lo que las imágenes nos van narrando, completando el paquete audiovisual de un francés adentrándose en los traumáticos días de la guerra civil española. Buen documental, estupendamente bien realizado, de un dómine del tema, y que ilustra la que sin duda fue la etapa más turbulenta en la historia ibérica, es un gran documento, no solo cinematográfico, sino también histórico.

  


Las primeras imágenes son páramos ibéricos, personas montadas en jumentos avanzan, avanzan en un campo de aridez y austeridad, mientras la voz del narrador nos da alcances específicos. Son los días de la retirada de Alfonso XIII, se inicia la república. Es 1936, hay elecciones, el frente popular las gana, se genera violencia, peleas, quemas públicas, asesinatos, la guerra civil comienza, se realizan muchas matanzas, decenas de miles de personas mueren en semanas, y se produce la muerte de García Lorca. Sin embargo, algunos ven una oportunidad en la guerra civil, pues el fascismo se va esparciendo, y la Iglesia se pronuncia, apoyando la rebelión. Hay fuertes enfrentamientos armados para calmar a los rebeldes, pero los espíritus siguen ardientes. El fuerte Alcázar es uno de los principales objetivos, que es liberado por Franco, los enfrentamientos continúan, se recibe apoyo armamentista del resto de Europa, y también de elementos humanos, muchos soldados de todas partes del continente son enviados a morir en Madrid.





El General Mola prosigue con sus arduos ataques, un Madrid sin gobierno resiste estoicamente, se realizan bombardeos, muchos civiles mueren, se resiste como se puede. Muchos miles mueren rápidamente, muertes internacionales, hay intervencionismo de Mussolini, Madrid no cede. Las principales figuras dirigentes del mundo, naturalmente, se pronuncian, Hitler, Chamberlain, toman lado. Se ejecuta sin realizar juicio a muchos republicanos, el gran Unamuno también se manifiesta, en tono pesimista. Los bombardeos se suceden, y tiene lugar el tristemente célebre bombardeo a Guernica. La severa lucha continuó, los republicanos no cedían. Es 1938 ya, la batalla no se detiene, involucrando soldados de América y África inclusive. Los agotados republicanos reculan por un momento, se prepara una final y máxima ofensiva, a través del Ebro, batalla equipada con tanques, y que finalmente es victoria, Habiendo vencido los republicanos, Franco rechaza una oferta de paz, recibe apoyo de Hitler, es Navidad, y tras un ataque, cae Cataluña. Es 1939, España ha sido desolada, la guerra civil terminó, y nunca llegó la solución.




La cinta, realizada en un impecable blanco y negro, es desde el comienzo triste, se trata de eventos funestos, y desde el comienzo, con una tristísima melodía, ilustrando el páramo español, plagado de desolación, de austeridad, son los estragos de una etapa terrible. Como se mencionó, uno de los fuertes del documental presente son sus imágenes, de sobrecogedora fuerza algunas, son severamente expresivas imágenes, figuras que, sin palabras -la forma más efectiva-, expresan el dolor, la depresión, la destrucción a que se sometieron esas tierras; y los melancólicos y numerosos claroscuros que genera el realizador, incrementan esa desolación, esa tristeza. Todo esto desemboca en un producto que denota una preocupación estética grande, enriquecida con unas tomas de la ciudad tipo postal, exquisitas imágenes. Es pues una narración visual notable, que se fundamenta en esas elocuentes imágenes, muchas fuertemente iconoclastas, ilustrando el poder de la Iglesia, la religión, pero también factores ineludibles, el factor socioeconómico, obviamente, el político también, es un estupendo mosaico el que el francés prepara, una amalgama de los distintos ámbitos y disciplinas que conformaron el presente de ese entonces. Masacres y muerte que se cuentan por decenas de miles, todo ocurre en un escaso margen de tiempo, y la precisión de Rossif incluso nos ilustra cartográficamente sobre los eventos, ciertamente es como si nos lo mostrara todo, es la historia total de lo sucedido. Es un documental pleno, que nunca flaquea en su conciso desarrollo, con buen ritmo, resaltando los momentos literarios, con tono poético, del tristemente célebre e inolvidable suceso en Guernica, reflejado en los rostros de quienes lo vivenciaron. El título es tan elocuente como su narración visual, las masas humanas que desfilaban hacia la muerte, iban a morir en Madrid, esas masas son ilustradas, y es que fue un conflicto global, que implicó a Europa entera, y a sus principales dirigentes. Las calles, los distritos, los agrestes parajes, tristeza, muerte, todo es documentado, y con una música solemne y acorde a lo expuesto, se configura una joya dentro de los documentales, realizado con maestría, con un gran pulso y dominio.






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